23 enero 2013

12 Preguntas para conseguir ese salto de inicio en este año


Cada diciembre, como muchas otras personas, reflexiono en el año que acaba de terminar y en el año que comienza. Yo enfoco  está reflexión con base en 12 preguntas. Tomo nota de las más destacadas lecciones que he aprendido, como he evolucionado, los momentos más memorables en varias de las metas en las que he avanzado y más. Frecuentemente me sorprendo por lo que he avanzado. A medida que transitamos penosamente por nuestras ocupadas vidas a menudo nos percatamos de aquellas cosas que no hemos logrado. Así, que te invito a utilizar estas 12 preguntas para realizar un balance y cuenta de tus intenciones y aspiraciones para este 2013.
El Año Pasado
1.- ¿Qué salió bien?
Identifica las metas que lograste y hacia donde avanzaste y anota cualquier otra cosa que haya salido bien y que valga la pena destacar.
2.- ¿De qué manera creciste y evolucionaste?
¿Como se realizó ese desafío y como has crecido con su resultado? ¿Qué nuevas habilidades, conocimientos, ideas y puntos de vista (en el trabajo y la vida personal) han hecho mejor o diferente este año?
3.- ¿Cuál fue ese momento favorito en el 2012?
Saboreando experiencias positivas ha demostrado ser una estrategia de éxito para la construcción de optimismo, flexibilidad y todos los ingredientes esenciales para el bienestar personal y profesional!
4.- ¿Qué necesitas para limpiar o dejar ir ahora, para poder estar listo y comenzar un nuevo 2013?
Tenga en cuenta tanto el espacio físico (su oficina, su casa), así como sus modos de pensar emocionales y mentales.
5.-  ¿Qué y quién soy yo muy agradecido por este momento?
Considere las personas en su vida, incluyendo sus compañeros de trabajo, familiares y amigos, los eventos, las sorpresas inesperadas; haz de esta una lista jugosa!
6.-  ¿Si hubo un tema para mí en 2012, cuál fue?
Considere el año como un todo, y llena el espacio en blanco: "Este fue el año de _______".
El año que comienza:
7.- ¿Cuáles son mis metas para el 2013?
Toma en cuenta tus metas profesionales y tus metas personales. Considéralas todas: pequeñas, medianas,  grandes y metas audaces
8.- ¿Cuál de mis puntos fuertes y activos voy a aprovechar para realizar mis metas?
Considera tus fortalezas personales y también tus activos tales como tus redes de contacto, tus conocimientos, experiencias y todo lo que puedas incluir. Haz un plan
9.- ¿Cómo voy a mantener a mi bienestar personal para mantener o aumentar mi mojo?
Mojo implica resistencia, energía, inspiración y una sensación general de bienestar. Tómese el tiempo para reflexionar sobre su estado físico, así como su bienestar mental y emocional. Si estaban operando a su máximo, lo que se ve? ¿Qué debe ocurrir para cerrar la brecha de donde está hoy a donde quieres estar? Haga un plan.
10.- ¿Cómo voy a mantener a mi bien profesional para potenciar o mantener mis aspiraciones profesionales?
¿Cuáles nuevas habilidades debe adquirir o  cuales profundizar? ¿Cómo va a promover / desarrollar su red? ¿Qué nuevos desafíos va a asumir? ¿A cuál apoyo puedes recurrir para ayudarte a alcanzar tus metas profesionales?
11.- ¿Cómo puedo yo contribuir al bien común?
¿De qué manera va a ir más allá de sí mismo y contribuir al bien común de la familia, el trabajo y la comunidad?
12) ¿Cuál será mi tema para el año que comienza?
Si el próximo año iban a tener un tema personal, ¿cuál sería? Piense en grande: "Este será el año de _________"
Esto es para celebrar el pasado y preparándose para el futuro. Y hacer que cada día cuente en el camino.
Este artículo fue publicado por primera vez en el Globe and Mail, 22 de diciembre 2012.
Por:   Eileen Chadnick 


17 enero 2013

Basta para Mi! Suficiente de esta porquería.


Para generar un cambio positivo en nuestra vida  no alcanza solo con sentir la necesidad. Además debemos volvernos intolerantes frente ella.
 Esto último es lo más difícil ¿Sí o no? Todos sabemos lo que necesitamos para ser felices, pero pocos nos levantamos y vamos a buscarlo. Pocos nos atrevemos a salir de nuestra zona de confort. Pocos nos animamos al cambio porque, si bien nuestra vida no es la ideal, al fin y al cabo, respiramos. Nuestras necesidades básicas se ven satisfechas.
 ¡Dejemos las mediocridades!
Todos los que detectamos un falencia en nuestra vida tenemos el deseo de cambiar. Pero la gran mayoría teme que el precio del cambio sea demasiado alto, por lo que decide no correr el riesgo.
 Pero el deseo está ahí. Latente. ¡El deseo de ser mejor! El deseo de ser más, porque tenemos la certeza de que no estamos desarrollando todo nuestro potencial. El deseo está a la espera de un disparador para expresar todo su potencial y darnos las herramientas necesarias para hacerlo realidad. Y ese disparador puede accionarse sin previo aviso. Una canción, una poesía, un libro, una discusión, un enfrenamiento, la frustración de no poder darle a nuestra familia todo lo que necesita…
 Cualquiera puede apretar el gatillo.
 Y un día, ¡un fabuloso día!, algo sucede. Algo sirve de catalizador y te impulsa a exteriorizar todo ese disgusto que tenías reprimido. Un día te cansas y dices “¡Basta para Mí! ¡Ya tuve suficiente de esta porquería!”. 
 Ese día, Mi estimado, es realmente el primer día del resto de tu vida.
 Jim Rhon decía que “el disgusto es una emoción negativa pero puede tener un efecto positivo y poderoso”. Y no se equivocaba.
El disgusto por tu situación te lleva a decir “¡Ya basta!”. Te lleva a tomar la decisión de cambiar.
 La Decisión es importante para que ese disgusto valga la pena. El día que te sientas a decidir, estás cambiando. ¡Decidir qué quieres y que no quieres para tu vida es grandioso! Decidir qué quieres hacer y que no quieres seguir haciendo te dará la principal herramienta para generar el cambio: La inspiración.
El día que te sientas a decidir estas tomando las riendas de tu vida. ¡Que motivador es el día que te sientas a decidir! ¡Qué inspirador es sentir que tú tienes el control!
Deshazte de tus malos hábitos y reemplázalos por nuevos. ¡Es suficiente de esta porquería! ¡Basta!. El día que decidas cambiar, ya habrás cambiado.
 Entones aquí tienes lo necesario para empezar. El disparador. Las 3 D:

-          Deseo de cambiar.
-          Disgusto por la situación actual. Que nos lleva a exteriorizar el deseo.
-          Decisión de cambiar.
-           
Las tres D son una receta más que eficaz para disparar un cambio asombroso que te llevara a evaluar tu vida, detectar los malos hábitos y reemplazarlos por buenos hábitos, emprender y lanzarse a lo desconocido. ¡Qué emocionante!
 Parece simple, ¿verdad? Pues no lo es tanto. El hombre es un animal de costumbre. Y su mayor costumbre es posponer lo importante. Tiene el deseo de cambiar, pero no quiere afrontar el trabajo. Por pereza o por miedo a tomar el riesgo.

Porque lo simple de hacer también es simple no hacerlo.

Asi que no te duermas. ¡Manos a la obra!

Exitos.